Intervención en voz

“CUANDO HABLO Y CUANDO ESCUCHO, QUE LA LUZ DEL AMOR BRILLE A TRAVÉS DE MÍ”.

Ruth Bebermeyer

La voz es la cualidad más característica de cada persona, es diferente en todos nosotros y esa diferencia es la que nos permite reconocer a otras personas con tan solo oírlas. La voz es el medio de comunicación que más utilizamos, tanto en el área personal (como cuando hablamos con otra persona, ya sea presencial o por teléfono o móvil) como en el área profesional.

Existen profesionales que son más vulnerables de padecer trastornos de voz, como lo son los profesores, cantantes, conferenciantes, abogados, vendedores, monitores de deporte, periodistas, personas que tocan instrumentos musicales, como los flautistas, saxofonistas, trompetistas, etc.

Actualmente podemos ver un aumento de los pacientes que acuden para la rehabilitación de su voz debido a alteraciones en la misma. La voz tiene componentes orgánicos, emocionales y sociales. A veces hacemos un mal uso o abusamos de nuestra voz y tenemos alteraciones en ella, como toser o carraspear, garganta seca, dolor al hablar, etc.

Intervención en voz

En Centro Óptima contamos con un equipo de logopedas que desde hace 25 años se encargan de la realización de la terapia de voz, en la que evalúan y aplican tratamientos vocales mediante técnicas personalizadas a cada caso, con la finalidad de abordar las dificultades en la voz y alcanzar una voz sana para que las personas disfruten del brillo de su voz.

Pero, ¿qué conocemos como voz sana?

Llamamos voz normal o sana a aquella que teniendo en cuenta las características de cada persona y el lugar y cultura donde vive, puede realizar sus actividades diarias relacionadas con la voz de manera que no le exija esfuerzo para su producción y obtenga el máximo rendimiento, donde no tenga dolor y las cualidades de la voz (timbre, tono y volumen) no se vean alteradas.

Los estudios reflejan cómo hasta un 33% de la comunicación recae en las cualidades de la voz (timbre, tono, volumen), mientras que solo un 7% del contenido de lo que transmitimos recae en las palabras elegidas.

El tratamiento vocal es totalmente personalizado y por eso las sesiones realizadas por la logopeda en nuestro centro son siempre en formato individual.

Tipos de disfonías

La disfonía es un trastorno de la voz provocado por cambios en las cuerdas vocales, existiendo diferentes tipos.

En ocasiones, el uso prolongado de la voz, junto con hábitos no saludables, como el fumar, tomar bebidas muy frías o muy calientes, el tener una alimentación desequilibrada… puede llevarnos a hacer un mal uso o abuso de la voz. Estos factores van a hacer que poco a poco surjan determinadas patologías vocales, que conocemos como Disfonías Orgánicas-Funcionales, siendo algunos ejemplos de ella, la laringitis crónica, los nódulos, pólipos, el edema de Reinke o los granulomas de contacto.

Llamamos Disfonías Orgánicas a aquellas en las que la voz se podría ver alterada debido a patologías orgánicas, como una lesión en la laringe, una lesión en el sistema nervioso (como una parálisis en los nervios laríngeos), o bien por intervenciones quirúrgicas como consecuencia de la presencia de tumores (laringotomías), entre otras muchas, porque existen numerosas disfonías orgánicas.

Las Disfonías Neurológicas son ocasionadas por la presencia de enfermedades neurológicas, como las de predominio cortical -enfermedad de Alzheimer, accidentes cerebro vasculares (ACV), etc.-, de predominio subcortical -como la enfermedad de Parkinson, esclerosis múltiple, entre otras- y otros procesos neuromusculares como la esclerosis lateral amiotrófica.

Otro tipo de disfonías son las llamadas Disfonías Psicógenas, que son aquellas que se derivan de algunas psicopatologías, como pueden ser las afonías por conversión o somatizaciones. El estrés y la ansiedad también favorecen que podamos tener cierto grado de disfonías. Las características que vamos a encontrar es una voz muy fatigada, sensaciones de picor, quemazón o dolor e idas y venidas de la voz debidas a esa tensión emocional.

Finalmente, otro grupo son las Disfonías Infantiles, que son aquellas que encontramos en la infancia y que pueden deberse a causas tanto orgánicas (una lesión en las cuerdas vocales de nacimiento, por ejemplo) como funcionales (derivadas de un mal uso o abuso de la voz). En la infancia se produce un rápido crecimiento de las estructuras relacionadas con la voz, sobre todo la laringe, que gradualmente cambia de tamaño, forma y posición. De hecho, lo más visible es la diferencia del tono que observamos en el cambio de la voz infantil a la voz adolescente. Las disfonías infantiles suelen producirse porque los niños tienden a gritar, ya sea en el recreo, en el parque, haciendo deporte, etc. y chillar supone una conducta de abuso vocal, por lo que si se prolonga en el tiempo, necesitará de intervención. Esta terapia de voz es llevada a cabo por la logopeda infantil y se realiza igual que en los adultos, pero ajustando las actividades a la edad y con un formato más lúdico, atractivo y divertido.

La terapia de voz implica 3 actividades:
    1. Orientación vocal, donde la logopeda facilita toda la información necesaria, asesoramiento y explicaciones al paciente acerca de su salud laríngea, su manera de hablar, sus hábitos y pautas de higiene vocal. Esto hace que las personas conozcan cómo usar correctamente su voz, qué actuaciones erróneas están realizando y que están lesionando o dañando su laringe.
    2. Evaluación. La exploración logopédica es una actividad fundamental para realizar un buen diagnóstico y aplicar las técnicas más adecuadas. Las personas suelen acudir con un informe del profesional médico (otorrinolaringólogo-ORL) donde conocemos las alteraciones orgánicas y la logopeda se encargará de la evaluación perceptivo-auditiva para conocer los patrones de voz y sus alteraciones. Es por ello que el tratamiento vocal debe ser totalmente personalizado.
    3. Tratamiento vocal, que consiste en la aplicación de técnicas rehabilitadoras. Esta actividad está compuesta por ejercicios y técnicas generales, que se pueden aplicar a casi todas las personas para que mejoren su producción vocal, y otras más específicas, aplicadas concretamente a cada patología debido a sus características. La rehabilitación de la voz va a perseguir alcanzar el máximo rendimiento de la voz con el mínimo esfuerzo, para ello se tendrá que alcanzar una adecuada articulación, una respiración, postura e higiene vocal adecuada. La terapia de voz que realizamos recoge diferentes áreas de intervención, que se pueden abordar de forma complementaria y progresiva, siendo éstas las siguientes:
    4. Higiene vocal. Las pautas de higiene vocal tienen como objetivo que la persona vaya incorporando hábitos saludables relacionados con la salud de su voz y vaya intentando cambiar otros hábitos que están propiciando o aumentando la presencia del problema. Algunas pautas generales de higiene vocal podrían ser:
        • Evitar el tabaco.
        • Beber agua, unos 2-3 litros al día para mantener hidratada la mucosa de las cuerdas vocales.
        • No ingerir bebidas estimulantes como el café, té o alcohol pues resecan las mucosas.
        • Evitar bebidas y comidas, o muy calientes o muy frías, así como comida muy picante y caramelos o chicles mentolados.
        • No hablar mientras empuja, carga o transporta objetos pesados (por ejemplo: la compra, mientras se está limpiando, etc.)
        • Si siente ganas de toser o carraspear, en vez de hacerlo, se recomienda realizar un bostezo para relajar la zona o bien, beber un poco de agua.
        • En los meses en los que se presentan más resfriados, tomar vitamina C ya que posee acción antioxidante y estimula el sistema inmunológico, reforzando las defensas.
    5. Postura corporal, los malos hábitos o vicios posturales rompen la alineación corporal, siendo los más comunes la hiperextensión del cuello, el hundimiento de esternón y pérdida de la verticalidad del cuerpo. El trabajo de la logopeda consiste en trabajar la postura del cuerpo para adecuarla a una posición donde la voz sea más fácil de emitir.
    6. Relajación muscular. Esta área de intervención está dirigida a evitar la contracción de los músculos fonatorios. Se ha comprobado que mindfulness nos puede ayudar a relajarlos y que la emisión de voz se produzca con más facilidad. En nuestro centro, la logopeda de adultos y logopeda infantil es instructora de mindfulness.
    7. Respiración. La respiración es fundamental a la hora de hablar por lo que la logopeda enseña a adquirir un patrón respiratorio funcional para evitar lesiones en las cuerdas vocales.
    8. Coordinación fono-respiratoria. Son ejercicios destinados a coordinar la respiración con el habla (para evitar la sensación de falta de aire o de ahogo al hablar). Persigue alcanzar el equilibrio entre respirar, fonar y articular y así administrar y controlar el aire a la hora de hablar para producir una voz estable.
    9. Resonancia. Es un proceso en el que se persigue la amplificación de la voz. La resonancia es el timbre de cada persona y con ella se consigue que la voz sea brillante y peculiar.
    10. Impostación. Consiste en lograr una voz lo más pura posible en todos sus registros, sin ningún esfuerzo y con la mayor naturalidad.
¿Cuándo recomendamos la terapia de voz?

La terapia de voz está recomendada para los siguientes casos:

    • Cuando existe una patología vocal por el mal uso o abuso de la voz.
    • Como tratamiento inicial en casos de disfonías disfuncionales para intentar que la lesión desaparezca y así evitar la intervención quirúrgica o bien que disminuya de tamaño.
    • Como terapia tras la intervención quirúrgica en las cuerdas vocales para prevenir las recaídas.
    • Como terapia complementaria a tratamientos médicos, quirúrgicos o psicológicos.
    • En los profesionales de la voz, se utiliza la terapia de voz para prevenir aparición de lesiones debido al uso continuado de la voz derivado de las exigencias de sus trabajos.

La voz es el componente del habla más difícil de definir, ya que por sus propias características existen infinitas variedades de voces. Hay voces que nos pueden parecer normales o bonitas, otras nos llaman la atención o incluso nos molestan, pero cuidar nuestra voz es necesario y resulta un hábito saludable para mantener una buena salud general.

Las personas que acuden a nuestro centro preocupadas por su voz lo hacen porque creen que es signo o síntoma de una enfermedad o porque le esté afectando a su rendimiento en su actividad laboral o social, impidiéndole o dificultándole el desarrollarse en diferentes áreas como les gustaría.

Para obtener una voz sana, prestaremos especial atención a que el timbre sea agradable, que nuestra voz tenga cierta sonoridad y musicalidad, que el tono sea apropiado atendiendo a la edad y el sexo de la persona que habla, que el volumen sea el adecuado, no podemos tener una voz tan baja o débil que no la puedan escuchar otras personas y que nos impida alcanzar los objetivos de la comunicación, ni tan alta o intensa que pueda llegar a molestar a otras personas, favorecer el rechazo y nos imposibilite poder comunicarnos.

Además, nuestra voz debe de ser flexible para que se pueda ajustar a las diversas exigencias del lenguaje, como son el realizar frases interrogativas o exclamativas o bien indicando los sentimientos y estados de ánimo que tenemos en ese momento.

Recomendaciones para el cuidado de su voz:
    • Observe su voz y compruebe si existe algún cambio, ya que el reconocimiento precoz de las alteraciones en la voz permitirá un diagnóstico temprano y mejorará la recuperación de la voz.
    • Intente hablar menos en ambientes en los que haya mucho ruido para no tener que alzar la voz.
    • Evite determinadas acciones como gritar, toser mucho o carraspear y el susurrar.
    • Seguir una alimentación equilibrada y dormir las horas suficientes, ya que la fatiga y el cansancio tienen un impacto directo en nuestra voz.
    • Evitar ropa que apriete la zona del cuello y abdomen.
    • Si vive o trabaja en espacios muy secos o con polvo, ponga humidificadores para aumentar la humedad en el ambiente.
    • Plantearse el uso de un micrófono para su actividad laboral.
    • Evitar colutorios y enjuagues bucales que contengan alcohol.
    • Realizar reposo vocal (que consiste en pequeños períodos de tiempo sin hablar).
    • Prestar atención a los cambios de temperaturas bruscos.