Logopedia

“LA LOGOPEDIA ES OÍR UNA LÁGRIMA, ARTICULAR UNA EMOCIÓN, VOCALIZAR UN DESEO, LEER EL ALMA, ESCRIBIR UNA SONRISA, EN FIN…AYUDAR A EXPRESAR LO QUE EL HOMBRE TIENE DE HUMANO”.

Mara Behlau

La Logopedia engloba las acciones destinadas a ayudar a las personas durante todo su ciclo vital a mantener y recuperar uno de nuestros bienes más preciados: el lenguaje, que nos sirve para establecer una comunicación con el medio que nos rodea.

Poder comunicarnos con los demás y expresar tanto nuestras decisiones, deseos, inquietudes, así como poder transmitir nuestros conocimientos y expresar nuestras emociones, es la función que nos identifica y que nos resulta indispensable en nuestras vidas.

De un modo cercano y sencillo, podríamos definir la logopedia como la herramienta que nos ayuda a mejorar y superar las dificultades relacionadas con la comunicación y el lenguaje que pueden aparecer a lo largo de nuestra vida. El logopeda es el profesional sanitario que te atiende cuando presentas alguna dificultad o trastorno en tu comunicación.

Logopedia, Centro Óptima

En Centro Óptima contamos con un equipo de logopedas con 25 años de experiencia que te ayudarán en tu día a día para que tu comunicación y tu lenguaje mejoren y tu relación con tu entorno sea la mejor posible, aumentando tu autonomía y calidad de vida.


¿Qué es la logopedia?

Una definición más formal podría ser: la Logopedia es la disciplina que engloba el estudio, prevención, evaluación, diagnóstico y tratamiento de los trastornos de la comunicación humana, manifestados a través de patologías y alteraciones en la voz, el habla, el lenguaje (oral, escrito y gestual), la audición y las funciones orofaciales, tanto en población infantil como adulta.

¿Qué hace un logopeda?

La logopeda es la profesional que se dedica a la prevención, detección, promoción, educación, eva­luación, diagnóstico, tratamiento, rehabili­tación, asesoramiento, docencia e investigación de las áreas de la comunicación humana y sus alteraciones. Tiene un campo de actuación muy amplio, abarca desde la atención temprana en la población infantil hasta la intervención en la edad adolescente, adul­ta y en la tercera edad.

Un logopeda te acompaña a lo largo de toda tu vida, en Centro Óptima contamos con logopedas comprometidas con su trabajo y formación específica para intervenir multitud de trastornos que se pueden presentar, algunos ejemplos como logopeda infantil son: dificultades con la articulación de los sonidos que componen nuestra lengua, expresión oral, problemas de voz como disfonías.

También estamos formadas en deglución atípica, dislexia, trastornos del aprendizaje lectoescritor, trastornos del espectro autista (TEA), parálisis cerebral, retraso del lenguaje, disfemia o tartamudez y trastorno específico del lenguaje (TEL), terapia miofuncional, trastornos del lenguaje derivados de distintos casos como pueden ser deficiencia mental, parálisis cerebral, etc.

En la edad adulta trabajamos recuperación del habla, trastornos de la voz, recuperación del lenguaje y la comunicación tras ictus, estimulación en Alzhéimer, Parkinson y otras demencias.

En Centro Óptima, nuestras profesionales actúan evaluando e interviniendo en todos los ámbitos que rodean la vida cotidiana del paciente, estableciendo coordinación con el resto de profesionales que los atienden, para así poder realizar una intervención de calidad y seguir una terapia intensiva para conseguir los mejores resultados en el menor tiempo posible.

¿Cómo trabajamos?

En Centro Óptima realizamos una primera sesión en la que la logopeda irá conformando un perfil de la patología a intervenir según los datos aportados por el paciente en esta primera entrevista. En el caso de los niños más pequeños, las sesiones iniciales irán encaminadas a ganarse su confianza.

Tras la sesión inicial, se emplearán varias sesiones para realizar una evaluación para posteriormente realizar una correcta intervención. El número de sesiones de evaluación necesarias en cada caso variará según el trastorno que presente, el grado de discapacidad del paciente, el nivel de participación y colaboración del paciente y sus familiares. Este número de sesiones puede oscilar desde 2 hasta 5 sesiones.

Durante la evaluación la profesional detectará los déficits que presente el paciente y derivará a la psicóloga u otros profesionales según su criterio sobre las dificultades observadas y evaluadas.

Tras la sesión de evaluación, se citará al paciente para realizar la devolución de datos, que consiste en informarle sobre lo que hemos evaluado, comunicarle y explicarle los resultados obtenidos e iniciarle en la metodología a seguir durante la intervención. Realizamos planes de intervención específicos y adaptados a las necesidades y demandas de nuestros pacientes.

Seguidamente se inicia la intervención. La duración de esta fase dependerá del tipo y gravedad del trastorno presentado y de la participación e implicación del paciente y de las personas que están a su alrededor. Durante esta fase, de forma periódica se irán comentando los objetivos alcanzados y se darán pautas para trabajar desde el entorno familiar. Es aconsejable que durante esta fase, varias sesiones se dediquen a informar a los familiares sobre las pautas a seguir y sobre cómo pueden ellos ayudar al paciente.

Finalmente, tras una intervención exitosa, se realiza una nueva evaluación para ver el progreso y se deriva al alta del paciente o seguimiento con sesiones espaciadas en el tiempo. Se les dan pautas para realizar en casa y conseguir generalizar el aprendizaje llevado a cabo durante las sesiones.

El material utilizado en nuestras sesiones está adaptado y se elabora para cada paciente, realizamos materiales propios y también usamos las nuevas tecnologías para realizar intervenciones más lúdicas, usamos programas informáticos especializados y aplicaciones para tabletas y móviles.

¿Cuáles son los ámbitos de actuación del logopeda?

El logopeda está presente en los ámbitos sanitarios, educativos y socio-asistencial. El logopeda puede ejercer su actividad in­dividualmente o integrando equipos multidisciplinares, tanto en el ámbito público como privado.

En el ámbito sanitario/clínico, el logopeda puede trabajar en hospitales, centros de salud, centros de rehabilitación, centros audio protésicos, centros privados, servi­cios neonatales, unidades de cuidados in­tensivos, centros de salud mental, centros de atención temprana, servicios neurológicos, otorrinolaringológicos, etc.

En el ámbito educativo, el logopeda está presente en equipos de asesoramiento psicopedagógico, escuelas infantiles, colegios públicos y privados, au­las y centros de educación especial, insti­tutos de educación secundaria y universidades.

En el ámbito socio-asistencial, el logopeda interviene en atención tempra­na, centros de educación infantil y colegios, centros en tercera edad, centros de día, asociaciones, atención domiciliaria o residencias geriá­tricas.

¿Qué patologías interviene un logopeda?

A continuación se detallan las distintas dificultades en las que interviene el logopeda, siempre recordando que la logopedia es una disciplina muy joven y en continuo desarrollo, por lo que los logopedas podemos intervenir en cualquier trastorno en el que se vea alterada la comunicación.

Las alteraciones que tratan las logopedas se pueden ver en las siguientes áreas:

    • Área del habla: dislalias, articulación, apraxia del habla, disartria, resonancia, trastornos de la fluidez del habla (hiperfluidez, taquilalia, bradilalia, disfemia o tartamudeo, etc.) comunicación prelin­güística (por ejemplo, de atención con­junta, intencionalidad, la señalización de comunicación).
    • Área de la voz: la fonación de calidad, campo vocal, volumen, respiración, tras­tornos de la resonancia, disfonías, afo­nías, nódulos, etc.
    • Área del lenguaje (comprensión y ex­presión): fonética, fonología, morfo-sin­taxis, semántica, la pragmática (uso del lenguaje, aspectos sociales de la comu­nicación), retraso del lenguaje, Trastor­no Específico del Lenguaje (TEL), deficiencias, Trastorno del Espectro Autista (TEA), trastornos en los que se ve al­terado o retrasado el aprendizaje de la lectura y la escritura: dislexias, digrafías, discalculias, disortografías. Los tras­tornos del lenguaje secundarios a lesión cerebral: afasias.

Implementación de sistemas alternativos y aumentativos de la comunicación (SAACs).

    • Área de la cognición: atención, memo­ria, concentración, la secuenciación, la resolución de problemas y las capacida­des o funciones ejecutivas. También se incluyen los trastornos asociados a procesos dege­nerativos: Deterioro de la comunicación por envejecimiento, trastornos neuro­degenerativos infecciosos y demencias, etc.
    • Área de la alimentación: masticación, deglución, succión, fase oral, fase farín­gea, fase esofágica, miología orofacial por vía oro-motora, etc. 
    • Área de la audición: dificultades de len­guaje, habla y voz debidas a pérdidas auditivas de transmisión, neurosenso­riales y mixtas, hipoacusias, presbiacu­sia, síndromes diversos, implantes cocleares, etc.
¿Cuáles son las posibles etiologías de las alteraciones de la comunicación?
    • Problemas prenatales, perinatales y postnatales: por ejemplo, la prematuri­dad, bajo peso al nacer o la exposición a sustancias tóxicas.
    • Discapacidades del desarrollo: por ejemplo, trastorno específico del len­guaje, trastornos del espectro autista, la dislexia, problemas de aprendizaje o trastorno por déficit de atención.
    • Problemas auditivos: por ejemplo, la pérdida de audición, hipoacusia, pres­biacusia o sordera.
    • Anomalías orales: por ejemplo, labio le­porino / paladar hendido, maloclusión dental, macroglosia o disfunción oral motora.
    • Dificultades respiratorias: por ejemplo, la displasia broncopulmonar o enfer­medad pulmonar obstructiva crónica.
    • Anomalías de la faringe: por ejemplo, la obstrucción de las vías respiratorias su­periores o la insuficiencia velofaríngea/incompetencia.
    • Anomalías de la laringe: por ejemplo, patología de las cuerdas vocales, traqueo­tomía o laringectomizados.
    • Enfermedad neurológica/disfunción: por ejemplo, lesión traumática cerebral, parálisis cerebral, accidente vascular cerebral, demencias, enfermedad de Parkinson o la esclerosis lateral amio­trófica (ELA).
    • Trastorno psiquiátrico: por ejemplo, psi­cosis o esquizofrenia.
    • Trastornos genéticos: por ejemplo, el síndrome de Down, síndrome de Williams, síndrome de X frá­gil, síndrome de Rett o el síndrome ve­locardiofacial.

Los trastornos que con mayor frecuencia atendemos en Centro Óptima son: trastornos del espectro autista, trastornos específicos del lenguaje, dificultades lectoescritoras, dislexia, retraso del habla y afasias.