¿Cómo afrontan los niños la pérdida de un ser querido?

¿Cómo afrontan los niños la pérdida de un ser querido?

La familia constituye un pilar fundamental en la vida de los más pequeños. El ambiente familiar en el que crecen los niños va a influir de forma decisiva en su desarrollo posterior, pues en él los pequeños ven cubiertas sus necesidades psicológicas básicas y adquieren unos valores, unas normas educativas, así como unas habilidades y destrezas que emplearán en su día a día y que, por ende, van forjando su personalidad. Pero más allá de todo esto, se desarrollan unos lazos afectivos fuertes que hacen imprescindibles a cada uno de los miembros de la familia en la vida de los niños.¿Cómo afrontan los niños la pérdida de un ser querido?, Centro Óptima

Por todo esto, la ausencia de cualquier miembro de la familia va a suponer un cambio importante en la vida, no solo de los adultos, sino también de los más pequeños. Con frecuencia, los adultos tendemos a evitar el tema de la muerte ante los más pequeños, con la única intención de protegerlos de un momento doloroso y, sobre todo, evitar que sufran. Aunque la intención de los adultos es buena, ¿es realmente saludable evitar que los niños afronten estas situaciones?

Evitar que los niños participen de la despedida de un ser querido no es aconsejable.

El duelo es un proceso normal, saludable y adaptativo que es necesario atravesar para conseguir la aceptación total y sana de la pérdida del ser querido.

Ocultar a los niños nuestras emociones y sentimientos ante una circunstancia de este tipo no es positivo para el desarrollo emocional de los niños. Con este tipo de conductas no enseñamos a los niños a gestionar sus emociones ante acontecimientos como estos, además de llevarles a una situación de desconcierto.

¿Cómo reaccionan los niños ante la muerte de un ser querido?

Los niños con menos de 4 años: a esta edad no poseen aun el concepto de muerte, pero si son conscientes de la ausencia de ese ser querido, pues su rutina y sus necesidades básicas se han visto alteradas.

Los niños que tienen entre 4 y 6 años: a esta edad comprenden que la muerte existe. Sin embargo, el concepto de irreversibilidad no lo poseen, esto es, la convicción de que el ser querido ya no vuelve más. Es frecuente que puedan aparecer pesadillas en esta etapa o que se hagan de nuevo pis en la cama.

Los niños que tienen entre 6 y 12 años: comprenden el concepto de la muerte y todo lo que ello implica, la ausencia para siempre del ser querido. Es por ello, que son más conscientes de todo lo que está ocurriendo y además suelen preocuparse porque le pueda ocurrir a otro familiar o incluso a ellos mismos, adquiriendo con ello el concepto de universalidad de la muerte. Una pérdida a esta edad puede afectarle a nivel escolar así como a su carácter.

A partir de los 12 y hasta la adolescencia: a estas edades los niños comprenden la muerte igual que un adulto. No obstante, es mucho más frágil que un adulto en este tipo de situaciones, pues aún no posee los mismos recursos que un adulto a la hora de enfrentarse a este tipo de situaciones. A todo esto, se suma la complicada etapa por la que están atravesando los adolescentes, tanto a nivel psicológico y emocional como físico, que puede hacer la superación de la pérdida aún más complicada.

¿Cómo podemos conseguir que los niños se despidan del ser querido?

Existen muchas formas de hacer partícipes a los más pequeños de la pérdida de un ser querido. Lo importante es que una persona querida y la más cercana al menor se encargue de transmitir la noticia, que lo haga lo antes posible, de forma directa y sincera y en un lugar cómodo para el pequeño. Despedirse de un ser querido no implica necesariamente hacerlo físicamente, de hecho, esta decisión es muy personal y han de ser los padres o tutores legales del menor, junto a éste último, quienes decidan cómo despedirse del ser querido.

Algunas formas de despedida para los que son más pequeñitos:

Los cuentos: en los que el adulto les refleje la muerte a modo de cuento y donde les hagan entender que la persona fallecida no vuelve.

Un dibujo o una carta al ser querido: donde puedan expresar lo que están sintiendo en ese momento. Pueden decidir si llevárselo al tanatorio o si prefieren quedársela ellos a modo de recuerdo.

Mensaje en un globo: donde el menor escriba un mensaje al ser querido y lo deje volar al cielo.

Existen muchas opciones simbólicas que permiten que nuestros pequeños puedan participar del proceso de despedida del ser querido, lo cual es importante para un sano desarrollo mental.

Es fundamental hacerles saber que, a pesar de dicha ausencia tan importante, estamos ahí para ellos y que no vean muy alterada su rutina diaria.

Fabiola González   

Psicóloga General Sanitaria – Orientadora Educativa