Amor, amor, amor… ¿Cuáles son las funciones sociales del Amor?

En alguna ocasión, nos hemos podido preguntar para qué sirve el Amor, sobre todo, cuando estamos superando una ruptura en la que el dolor por la pérdida nos impide ver los beneficios de este sentimiento.

Según Mariano Yela, a lo largo de la historia y de diferentes culturas, han existido varias formas de amar y cada una de ellas ha cumplido distintas funciones sociales. Quizás la más general es la del mantenimiento del orden social, lo que viene a decir es que existe un tipo de amor aceptado o “válido” que se ajusta a los intereses de la sociedad y otro, por tanto “condenado” o “mal visto”, como el amor entre personas de muy distinta edad, entre más de dos personas o entre personas de clases sociales distintas. Estos tipos de amores suelen llevar aparejadas manifestaciones de desaprobación (lo que conocemos como sanciones sociales), como por ejemplo, miradas, rumores sobre esas parejas…

Este autor, también señala otra función social, la de aprender el concepto de Amor en la sociedad a la que pertenecemos. En este proceso de socialización amorosa aprendemos un estereotipo común acerca de lo que es el amor, es decir, que dura para toda la vida, que sólo se produce con una única persona, aprendemos cuáles son las pautas correctas y cuáles son las que no debemos realizar en lo referente al tema del amor, aprendemos cómo debemos sentirnos cuando estamos enamoradas/os, qué características son las más deseables en ese contexto cultural (los rasgos que nos atraen de una persona son dictados socioculturalmente), las formas de seducción correctas, los lugares más favorables para que se produzca el enamoramiento… lo que nos garantiza la pertenencia al grupo e indirectamente, se garantiza el control social.

Otra función, según Gómez-Tabanera, sería el intercambio de bienes y servicios entre la pareja para así establecer una seguridad en la crianza de las/os hijas/os.

Y por último, la función social del amor es que nos permite elegir a la pareja dentro del grupo al que pertenecemos.

Estas funciones se traducen en que las personas podemos disfrutar del Amor, el cual, tiene muchos efectos para nuestra salud: favorece la disminución del estrés, tenemos mejor estado de ánimo y disfrutamos del placer que su práctica nos produce, lo que hace que se disminuya el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y un mejor sistema inmunológico. El Amor es un sentimiento que facilita alcanzar una calidad de vida óptima.

Vanessa Gómez Fernández

Psicóloga- Sexóloga