Hace unos días, estando en Tolosa con mi  amigo Aitor, mientras yo andaba ocupada haciendo alguna cosa y hablando de lo que quería hacer más tarde le respondí “ahora después…” lo que causó sus risas. Parece ser que no es usual en su tierra esa expresión y le parece una auténtica contradicción. Él lo vive como una disyuntiva: o es ahora, o será después.

Nos pasamos la vida como actores sumidos en una rutina que nos lleva continuamente de una actividad a otra. A veces pasamos por la vida de puntillas, apesadumbrados por la mochila del pasado o haciendo planes (John Lennon: “La vida es aquello que te va sucediendo mientras estás ocupado haciendo otros planes”) y con la vista puesta en el futuro como meta, distraídos de nuestro presente.

El pasado no lo podemos cambiar. Únicamente podemos reelaborar nuestra interpretación de los actos que sucedieron, que fueron. El futuro es un perfecto desconocido, aunque podemos anticipar unas pinceladas de lo que nos puede deparar a partir del presente. ¿Y cuánto dura el presente? Este momento, y el siguiente, y el siguiente, y así infinitamente.

Esta forma de vivir es una práctica continua del “hacer”, ver tv, realizar un curso, iniciar un viaje, en ocasiones del “tener”. Pero esta forma de vivir nos distrae de la verdadera vida, del SER…

El ser humano es un SER finalista. Que “hace para…” y que necesita de un “porqué”. Consciente o inconscientemente deseamos vivir una vida plena y perseguimos la felicidad. Es necesario que esta, nuestra vida personal, la única que tenemos, tenga un Sentido (Víctor Frank*2). Este punto me lleva a sentir que no podemos dar otro paso sin una reflexión que nos conduce a crecer personalmente.

¿Y si empezamos a VIVIR EL PRESENTE HOY?

http://youtu.be/jlBaxvodH4Q

“Aquí y ahora”, en lugar de “ahora después”. Para ello os invitamos a vivir conscientes y con atención plena esta experiencia  extraída de Kabat-Zinn *3:

1. Toma una postura confortable tumbado o sentado; mantén la columna vertebral recta y deja los hombros caer.

2. Cierra los ojos si esto te resulta cómodo.

3. Lleva tu atención al bajo vientre, sintiendo como se expande suavemente con la inspiración y como se desinfla con la espiración.

4. Mantén el foco de la atención sobre tu respiración, “estando con” cada inspiración durante toda su duración y con cada espiración a lo largo de toda su duración, como si estuvieras montado en la ola de tu respiración.

5. Cada vez que notes que tu mente se desvía de la respiración, date cuenta de aquello que ha captado tu atención y luego tranquilamente vuelve tu atención al bajo vientre y a la sensación de que tu respiración entra y sale.

6. Si tu mente divaga a otro lugar aunque sean miles de veces, tu “tarea” consiste simplemente en volver a llevar tu atención a la respiración, no importa donde estaba tu mente.

7. Practica este ejercicio durante 15 minutos todos los días, en un momento adecuado, independientemente de si te apetece hacerlo o no, durante una semana, y observa como te sientes al incorporar esta práctica meditativa disciplinada en tu vida. Sé consciente de cómo te sienta pasar este tiempo cada día sólo, estando con tu respiración, sin tener que hacer ninguna otra cosa.

*1 “Ahora después” es un oximorón, figura retórica de la poesía para describir el uso de dos conceptos opuestos en una sola expresión.

*2: La felicidad es como una mariposa. Cuanto más la persigues, más huye. Pero si vuelves la atención hacia otras cosas, ella viene y suavemente se posa en tu hombro. La felicidad no es una posada en el camino, sino una forma de caminar por la vida. Víctor Frank.

*3 “Vivir con plenitud las crisis” Jon Kabat-Zinn. (2004)

Amalia Ortega

Psicóloga-Logopeda-Pedagoga