MI HIJO TIENE MUCHOS DEBERES… ¿DEBO AYUDARLE?

MI HIJO TIENE MUCHOS DEBERES… ¿DEBO AYUDARLE?, Centro Óptima

MI HIJO TIENE MUCHOS DEBERES… ¿DEBO AYUDARLE?

 

 

Hoy en día, las madres y los padres se implican más que nunca en los deberes escolares de sus hijos/as, pero no siempre lo hacen de forma adecuada.

Según la encuesta sobre los hábitos de estudios de los niños y niñas españoles de TNS Demoscopia, el 80% de los estudiantes de primaria y el 45% de secundaria, reciben ayuda para realizar sus deberes. Enrique Martín Criado, profesor de Sociología en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, sostiene que los padres destinan varias horas al día para ayudar a sus hijos con los deberes, o bien, a vigilar que los hagan. Este tiempo que los padres y los hijos comparten, se ha escolarizado, dando mayor importancia a los resultados académicos, olvidándose de inculcar valores, ocio saludable, el juego, responsabilidades…

Existe una relación positiva entre la implicación familiar y el éxito académico de los estudiantes, que hace disminuir la probabilidad de abandono de los estudios por parte de los adolescentes en la secundaria. En Centro Óptima muchas consultas de padres giran en torno a la cuestión “¿ES ACONSEJABLE QUE VAYAN A LA ACADEMIA O MEJOR QUE REALICEN LOS DEBERES EN CASA?”

La academia es recomendable para cuando los padres o madres no dominan la tarea, como por ejemplo el inglés, las matemáticas de secundaria o materias universitarias.

En general es aconsejable en la casa porque aumenta la concentración y favorece que se adquiera el hábito de estudio y la autonomía.

¿Qué obstáculos nos podemos encontrar en el día a día para que  estudien en casa?

1. Que no se haya creado el hábito de estudio.

2. Que el niño o la niña haya olvidado los libros que tiene que traer para hacer los deberes o estudiar.

3. No sabe qué deberes debe hacer.

4. No prepara las cosas para el colegio. Esta tarea exige más atención.

5. Se distrae con facilidad y necesita toda la tarde para acabar las tareas.

6. Se levanta continuamente del asiento.

7. Sólo estudia si mamá estudia con él.

8. Sólo estudia el día antes del examen.

9. Las etiquetas: los atributos que les asignamos, por ejemplo: vago, distraída…

Palabras que no les animan a cambiar su comportamiento, se autoafirman ajustándolo a esas etiquetas negativas, que les hacen sentir inferior y no potencian su autoestima ni su creencia de SÍ PUEDO CONSEGUIRLO.

Es importante resaltar que no existen niños vagos, sino estudiantes desmotivados. Un error frecuente en el que solemos caer es que consideramos que el hecho de estudiar es su obligación y pensamos que no tenemos que reforzar su esfuerzo.

¿Qué podemos hacer para que nuestros hijos e hijas estudien?

A. Crear un hábito de estudio, comenzando a la edad de 3-6 años, estando sentado durante 15 minutos dibujando o leyendo.

B. Enseñarles a estudiar todos los días, a la misma hora y en el mismo sitio.

C. Reforzar el esfuerzo y trabajo diario, no sólo las notas (que son resultados académicos).

D. Estimular la autonomía en los estudios al igual que en otras áreas. Las tareas escolares deben entenderse como una responsabilidad que el alumno tiene que adquirir, pero sin necesitar de la ayuda constante de otra persona. Un apoyo excesivo puede generar dependencia al niño y transmitirle la idea que es incapaz de hacerlos él solo.

E. En Secundaria: enseñarles a visualizar sus  éxitos para motivarles.

F. Planificar la tarde: para el estudio y para el ocio, evitando la saturación de actividades por las tardes.

G. Para manejar la ansiedad ante los exámenes, facilitarles el aprendizaje de técnicas psicológicas.

Desde CREDUCA, la escuela de madres y padres de Centro Óptima, proponemos unas recomendaciones para que el estudio sea un motivo de autorrealización para nuestros hijos y nuestras hijas:

–         Valorar sus esfuerzos diarios y su hábito.

–         Para alcanzar el éxito en los estudios necesitamos de tres factores:

  1. Querer (motivación)
  2. Saber (uso de técnicas de estudios)
  3. Poder (inteligencia)

–         Motivar a nuestros hijos e hijas ¿cómo?

  1. En primaria, podemos utilizar una tabla con felicitadores.
  2. En secundaria, establecer acuerdos para obtener autonomía y responsabilidad.
  3. En la universidad, favoreciendo su autorrealización, para que lleguen a ser todo de lo que son capaces (maximizar habilidades y recursos).

–         Aumentar la concentración:

  1. Evitar interferencias: móvil, televisión, música…
  2. Entrenamiento mental: practicar técnicas de relajación.

 

Conseguirá mejores calificaciones y ¡Tiempo para disfrutar!

Amalia Ortega (Psicóloga, Logopeda, Pedagoga)