LA COMUNICACIÓN CONSCIENTE 1: La herramienta más eficaz para avanzar en momentos difíciles

LA COMUNICACIÓN CONSCIENTE 1:  La herramienta más eficaz para avanzar en momentos difíciles, Centro Óptima

LA COMUNICACIÓN CONSCIENTE 1: La herramienta más eficaz para avanzar en momentos difíciles

“Uno no comprende a los demás hasta que no considera las cosas desde su punto de vista; hasta que no se mete bajo su piel y camina por ella por la vida” Harper Lee, escritora.

Este es, a nivel personal y profesional, un tema que me apasiona y que la experiencia me dice cuánto marca la relación entre dos personas a nivel personal y profesional y cómo determina la consecución de los logros en las organizaciones.

El ser humano es de naturaleza social por lo que la comunicación es una necesidad inherente, es más, quizás sea gracias a la comunicación por lo que nuestra especie ha evolucionado y ha garantizado su supervivencia a lo largo de millones de años.

Me ha sorprendido encontrar esta acepción del término “hablar” en la RAE: “Dicho de una persona: Comunicarse con otra u otras por medio de palabras”. Se podría incluso deducir que hablar es igual a comunicarse, con lo que estoy frontalmente en desacuerdo. Dentro de una interacción recíproca siempre estamos comunicando, incluso con nuestros silencios.

 Etimológicamente la palabra comunicar proviene del verbo latino communicare, que significa compartir, poner en común. Así pues,  la idea de fondo de la comunicación es la de poner nuestros pensamientos en común con los de otras personas y, también, compartir informaciones o mensajes para hacerlos del conocimiento de los demás.

Tanto a nivel personal como organizacional, de todos los aspectos que ayudan a mejorar las relaciones humanas, las condiciones de bienestar y crear un buen clima laboral sin duda la comunicación eficaz es el más importante ya que facilita las relaciones personales saludables, aunando intenciones, evitando malentendidos, conflictos y abusos.

En nuestra vida cotidiana, a lo largo de cualquier día nos comunicamos usando la palabra, las cualidades de nuestra voz, el cuerpo (posturas, gestos) y también los silencios. Partiendo de nuestros pensamientos, emociones y comportamientos, iniciamos esa emisión, a veces sin ser conscientes de qué necesitamos comunicar, desde qué emoción y cómo lo hacemos para que esa comunicación alcance la comprensión y la respuesta pretendida en el receptor, es decir, para que sea eficaz.

En el proceso de comunicación podemos distinguir entre el mensaje, lo que expresamos (ya sea de forma oral o por escrito) y una parte mucho más amplia que es la comunicación no verbal.

Con algunos de los ejercicios propuestos en los talleres de Comunicación Consciente que imparto algunas personas se sorprenden al conocer el peso de la comunicación no verbal que algunos autores estiman en un 93% frente al 7% de la comunicación de las palabras. Entendiendo por comunicación no verbal: todos los gestos, lenguaje corporal (60%), prosodia, entonación y cualidades de la voz como timbre, tono y volumen (30%).

Elementos de la comunicación consciente

En la comunicación podemos describir varios elementos como son el emisor, receptor, el canal y el mensaje.LA COMUNICACIÓN CONSCIENTE 1:  La herramienta más eficaz para avanzar en momentos difíciles, Centro Óptima

Hoy voy a centrar mi atención principalmente en los dos primeros y el mensaje. El emisor (persona A) es quien decide expresar su necesidad, opinión o emoción, lo que transmite mediante un proceso de codificación a partir de sus conocimientos, experiencias previas, valores, creencias y expectativas. El receptor (persona B) es quien recibe, y decodifica ese mensaje también en función de sus conocimientos, experiencias previas, valores, creencias y expectativas.

Ese complejo proceso también está condicionado por procesos cognitivos, la atención, la consciencia y las habilidades personales de gestión de las emociones. Es decir, para que la comunicación sea eficaz se requieren la participación de un proceso racional y otro emocional con el compromiso de ambos hemisferios cerebrales, aunque como apuntan algunos autores sea más determinante la parte emocional.

Comprender los complejos procesos que intervienen en la comunicación entre las personas nos va a ayudar a que esta sea más efectiva, enriquecedora y sincera. Los actuales avances tecnológicos han traído nuevas formas de comunicarnos (teléfonos inteligentes, mensajería instantánea, correo electrónico, etc.), pero nos enfrentamos al desafío que supone utilizarlos de manera adecuada evitando malos entendidos y el posible deterioro del rico proceso de relación interpersonal que reclama toda saludable comunicación.

Emisor y receptor del mensaje están sujetos a sus conocimientos, experiencias previas y expectativas que actúan como filtros que pueden facilitar el proceso o distorsionar los mensajes cuando estos se emiten (codificación) o se reciben (decodificación). También en los canales de comunicación utilizados pueden existir interferencias físicas (ruido, lejanía) o semánticas (palabras ambiguas) que condicionen el proceso.

Es la responsabilidad de ambos, emisor y receptor, poner de su parte para facilitar el proceso de comunicación consciente a través de la retroalimentación continua y estableciendo un diálogo consciente y eficaz que sea base para el respeto y comprensión mutua.

Escucha consciente

Tan importante es el cómo y el qué comunica el emisor como la actitud y consciencia del receptor (persona B). Especialmente determina ese proceso la escucha consciente de la persona que recibe el mensaje. De hecho se suelen dar tres tipos de pautas de comunicación:

LA COMUNICACIÓN CONSCIENTE 1:  La herramienta más eficaz para avanzar en momentos difíciles, Centro ÓptimaEn la primera pauta A empieza a hablar y, antes de que haya finalizado lo que necesita expresar, su interlocutor B interrumpe para expresar sus pensamientos, opiniones o emociones.

Con la segunda pauta A expresa lo que deseaba y, justo al concluir, B empieza a comunicar lo que desea compartir. No se nos puede pasar inadvertido que B seguramente utilizó parte del tiempo en el que A hablaba para preparar su respuesta, por lo que no hubo una escucha consciente completa.

Con la tercera pauta A expresa lo que necesita, se produce un silencio que le permite a B elegir su respuesta y, tras este espacio temporal, B responde y comparte lo que necesita. Con esta tercera pauta fácilmente la primera persona se sentirá escuchada y muy probablemente comprendida, lo que ya es un buen terreno para cultivar una comunicación consciente.

En uno de nuestros talleres de Mindfulness al que asistía una persona cuyo desempeño laboral le llevaba a dar instrucciones y dirigir, al exponer yo la importancia de la escucha, se dio cuenta que necesitaba entrenar esta habilidad y a partir de ahí en sus reuniones con los colaboradores se anotaba en el margen del folio “escucha” (como un recordatorio y una declaración de intenciones consigo mismo).

Con frecuencia estamos tan preocupados por actuar que, mientras nos hablan, estamos preparando una respuesta. Esto implica que nuestra atención no se ha centrado plenamente en escuchar con atención a nuestro interlocutor. Una persona que no se siente escuchada, difícilmente se sentirá comprendida y, por tanto, motivada para llegar a acuerdos o actuar en una dirección determinada.

Son requisitos básicos de una comunicación eficaz que escuchemos con atención plena, sin interrumpir y que mantengamos la mirada.

Es importante darnos cuenta de que en nuestra mente aparecen pensamientos y valoraciones, por tanto nuestra intención estará centrada en ser conscientes y aflojar dichos juicios y prejuicios para que podamos escuchar atenta y conscientemente. Esta consciencia se consigue desarrollar con entrenamiento en Mindfulness.

 Simpatía, empatía y comunicación consciente.

“Somos criaturas sociales. Nuestra supervivencia depende de entender las acciones, intenciones y emociones de los demás. Las neuronas espejo nos permiten entender la mente de los demás, no solo a través de un razonamiento conceptual, sino mediante la simulación directa. Sintiendo, no pensando” (Rizzolatti y Craighero, 2004).

Coloquialmente se alude con frecuencia a la empatía “es que soy muy empático” para expresar que se está dotado de la cualidad de sentir y comprender lo que el otro siente, de ponerse en su lugar. Aunque en psicología precisamente a ese proceso le denominamos simpatía y definimos empatizar como “sentir lo que sentimos al sentir lo que el otro está sintiendo” (R. Aguado, 2019). Quizás después de la escucha consciente, la empatía como comprensión del mundo emocional del otro sea la habilidad más necesaria para lograr una comunicación consciente y eficaz.

Emociones al servicio de la comunicación

Las emociones son el color de nuestros días y pueden hacerlos grises o luminosos. Desempeñan un papel clave en las relaciones interpersonales y en los procesos de comunicación.  La emoción es fundamental para la toma de decisiones. Desde el primer modelo de inteligencia emocional de Salovey y Mayer (1990) se han sucedido las investigaciones y la determinación del número de emociones básicas y universales. En Centro Óptima trabajamos con el modelo más actual, basado en la evidencia científica con diez emociones básicas (alegría, seguridad, admiración, curiosidad, sorpresa, asco, culpa, rabia, miedo y tristeza) descrito por el psicólogo R. Aguado quién resume el peso de éstas en nuestra vida con la siguiente frase:  “La emoción decide y la razón justifica”.

Algunos estudios de la neurociencia cognitiva afirman que más del 95% de nuestras decisiones son inconscientes, fruto de hábitos adquiridos, emociones e intuiciones y no siguen los dictados de la razón.

La mayor parte del lenguaje no verbal reside en el hemisferio derecho, al igual que muchas de las áreas subcorticales responsables de la regulación emocional mientras que los razonamientos están localizados en el hemisferio izquierdo, por lo que es más eficaz intentar que nuestro mensaje esté dirigido al hemisferio derecho.

Obstáculos de la comunicación consciente:

Entre los muchos obstáculos de la comunicación que debemos evitar para disfrutar de una comunicación consciente y eficaz destacamos:

  • Juzgar: Cuando percibimos la realidad, es frecuente caer en la evaluación y que en la mente aparezcan juicios (bueno/malo, me gusta/me desagrada…) y prejuicios basados en experiencias previas que actúan como filtros en los procesos de codificación y decodificación de los mensajes.
  • Tener razón: con mucha frecuencia la conversación desemboca en una discusión cuando una o las dos personas caen en la trampa de discutir por quién tiene la razón, como si la razón fuese única, y por tanto “tú estás equivocado porque ¿cómo iba a ser de otra forma? La verdad está de mi lado”.
  • Sobregeneralización: Consiste en extraer una conclusión general de un simple incidente, por ejemplo «nunca podré volver a confiar en nadie…», frases con siempre, nunca…
  • Multitarea: Realizar otra actividad mientras conversamos.
  • Reaccionar arrastrados por la emoción en lugar de responder conscientemente. Normalmente esta reacción inconsciente dificulta las relaciones personales y nos arrepentimos de lo dicho o hecho casi tan rápido como hemos reaccionado. Por el contrario, si nos concedemos una pausa para tomar consciencia de las emociones, los pensamientos, las creencias y nuestras sensaciones, podremos elegir entre varias respuestas evitando entrar en conflicto y adecuando nuestro lenguaje a la circunstancia. Las personas podemos elegir cómo nos comportamos (reaccionamos o respondemos) en un momento determinado únicamente si somos conscientes.

Lo que ilustra esta frase de Viktor Frank «Entre estímulo y respuesta hay un espacio. En ese espacio está nuestro poder para elegir nuestra respuesta. En nuestra respuesta radica nuestro crecimiento y nuestra libertad.»

  • Elegir un momento o lugar inadecuado para hablar sobre temas que nos importan.
  • Interrumpir a nuestro interlocutor.
  • Usar amenazas y chantajes.
  • Emitir acusaciones, culpabilizar.
  • Exigir y abusar de los «deberías» o «tendrías» entre iguales.
  • Abusar de la ironía y el sarcasmo.
  • Mostrar menosprecio o falta de respeto.
  • Etiquetar a los demás.
  • Alargar el diálogo únicamente para tratar de imponer, convencer y tener la razón.
  • No darme cuenta de que estoy en un estado emocional (rabia, ira, miedo) no ajustado para esa situación.
  • Precipitarnos dándole soluciones: Cuando caemos en el error de dar soluciones a la otra persona sin que nos las haya pedido les estamos transmitiendo dos mensajes; el primero es muy positivo, “tengo la intención de ayudarte” y el segundo creo que “tu solo no puedes” (este no tan positivo o constructivo). Las personas tenemos más recursos personales de los que somos conscientes en un momento determinado.

Para concluir intentaré sintetizar lo esencial para que la comunicación sea consciente y eficaz.  Para mí, atención plena, escucha consciente, empatía e intención son el secreto de la comunicación.

Las personas con las que intervengo en la consulta  me conocen de sobra la frase “Las palabras mueven y los ejemplos arrastran” que recoge todos esos elementos esenciales y la coherencia: quien habla en coherencia con sus valores cosecha confianza, favorece una actitud de apertura y probablemente despierta la admiración en la persona que escucha.

¿Te atreves a entrenar tus habilidades de comunicación? Pues estás de suerte, porque gracias a los estudios sobre neuroplasticidad sabemos que nuestro cerebro es moldeable y gracias al entrenamiento se producen cambios funcionales y anatómicos. Suelo decir que aprender Mindfulness es experiencial, como aprender a nadar. ¿Te atreves a tirarte a la piscina? Te esperamos en el próximo taller de Atención Plena en Centro Mindfulness Málaga.

Creo que he escrito suficiente, que he expresado todo lo que considero importante para que evitemos los obstáculos y la comunicación consciente sea eficaz y solo tú podrás decir con tu respuesta si además de expresarme con palabras he conseguido comunicar.

Comprendo que este artículo es largo, si has llegado hasta aquí, con cariño ¡te felicito por tu Atención, interés y curiosidad!!

Te recomiendo ampliar esta información en esta otra publicación:

https://www.centrooptima.com/la-comunicacion-consciente-2-facilitadores/

Amalia Ortega García

Psicóloga, Pedagoga y Especialista en Mindfulness y Desarrollo Personal

Bibliografía recomendada:

SALVO, V y ORTEGA, A. Seguridad Basada en las Personas: comportamientos, valores y emociones. 2ª ed, ICB editores, 2019. 206 p

http://seguridadbasadapersonas.es/

ORTEGA, A y SALVO, V. (2021). Comunicación eficaz en Seguridad y Salud. Guía Mieses Global nº 11 Prevención

https://lnkd.in/dm4t7sH