La Comunicación Consciente 2: Facilitadores 

La Comunicación Consciente 2: Facilitadores , Centro Óptima

La Comunicación Consciente 2: Facilitadores 

Hace unos meses ya estuve abordando en este blog un tema tan amplio y tan inherente a las relaciones humanas como es el de la comunicación (al final te dejo el enlace de la publicación). Como es un tema que me apasiona, me he decidido ahora a contaros cuales son para mí los facilitadores de ese proceso comunicativo.

Conocer las posibilidades de mejora y adquirir un compromiso con nosotros mismos de incorporar o desarrollar estas habilidades es un requisito previo con el fin de que puedas integrarlas de manera inmediata en tu vida profesional y personal.

Estas habilidades se consiguen a nivel personal mediante la práctica consciente y continuada y se pueden incorporar en las organizaciones mediante formación, entrenamiento y el deseo de avanzar todos juntos.

Voy a intentar ser muy concreta y breve.

Elementos facilitadores de la comunicación consciente:

  1. Conoce tus valores: permítete introducir pausas en tu día a día para reflexionar, para conocer tus valores (que es más importante y que es menos, la familia, el trabajo, el respeto, la amistad…) y ser honesto con ellos ya que a partir de la coherencia entre lo que pensamos, decimos y hacemos crecerá la confianza que depositan en nosotros. Si alguien te insulta durante la comunicación y uno de tus valores es el respeto puede ser que necesites poner límites.
  2. En primer lugar es importante conectar con la intención de esa comunicación antes por supuesto de iniciar el proceso de codificación por parte del emisor. Es decir, ¿para qué voy a expresar una idea?: ¿para dar mi opinión?, ¿para expresar qué necesito? ¿para alimentar mi ego?, ¿para ayudar a la otra persona?, ¿para dar rienda suelta a mi personaje?, ¿para ocupar un silencio incómodo?, ¿para aportar otro punto de vista, otra experiencia que pueda enriquecernos personalmente?, ¿para sentirme comprendida? ¿para fortalecer la amistad?
  3. Autoconciencia emocional: darnos cuenta de qué emoción ha aparecido en ese momento, ya que cada emoción (alegría, sorpresa, rabia, pasión, optimismo…) conlleva una motivación y va a influir en los elementos de la comunicación no verbal.

No estamos acostumbrados a reconocer las emociones cuando aparecen, ponerles nombre y darme cuenta de qué siento y a dónde me puede llevar la emoción. Tengo que darme cuenta que las emociones se contagian y si no las gestiono adecuadamente puedo herir los sentimientos de la otra persona y lesionar la relación. Al ser consciente de tus emociones podrás evaluar si te beneficia o no el comunicarlas.

  1. Autoconciencia corporal y respirar con Atención. Siendo consciente de las emociones, conectar con las sensaciones físicas y reales (calor, opresión, contracción, etc.) que van apareciendo en el cuerpo. Darnos cuenta de nuestra posición y lenguaje corporal para que sea coherente con el mensaje verbal. Llevar la atención a las sensaciones y/o a la respiración, nos ayudará a recuperar el equilibrio emocional y, por ende, a mantener una comunicación asertiva y consciente ante los desafíos de la vida.
  2. Comunicación no verbal coherente con el mensaje. Decir “ya sabes que te quiero” con gesto y tono de fastidio puede producir tristeza y rabia en la persona que recibe el mensaje. Mantener la mirada el tiempo que nuestro interlocutor está dirigiéndose a nosotras.
  3. Escucha consciente, mantenemos nuestra atención en la otra persona sin interrumpirle. Concédete pausas, hazte amiga de los silencios que dan muy buenos frutos y pueden enriquecer la comunicación.
  4. La expresión facial relajada permite esbozar una suave sonrisa como expresión de “te escucho, intento comprenderte, te acepto y no te juzgo”.
  5. El volumen de la voz: darnos cuenta de cuál es la emoción que sentimos en ese momento ya que las emociones van a condicionar el tono y el volumen de la voz. Desde el enfado fácilmente elevaremos la voz como una forma inconsciente de castigar a la otra persona, desde el miedo es posible que nos inhibamos o casi susurremos. Y si te alegras de ese encuentro inesperado con tu amigo, te darás cuenta que aparece una sonrisa sostenida y el volumen se eleva.
  6. Pedir es muy saludable. Expresar cuantas peticiones sean necesarias para satisfacer tus necesidades (respeto, amor, reconocimiento, etc.) A veces caemos en el pensamiento mágico de que la otra persona (mi pareja o una amiga de confianza) “si me ama, si me quiere, adivinará lo que deseo”. Expresándolo como una petición evitas el malestar y la frustración de no recibir eso que deseas para tu bienestar. Pedir no daña tu identidad ni te sitúa en un plano de inferioridad.
  7. Lugar y momento adecuado. Necesitaremos un espacio de mayor privacidad cuando el tema que vamos a abordar sea más íntimo. Respecto al momento, facilitará la comunicación observar y evaluar en qué emoción se encuentra la otra persona. Si llega contrariada del trabajo quizás sea más adecuado aplazarla para mañana.
  8. Hablar en primera persona. “Yo pienso”, “yo creo”, “yo necesito”, etc. Haciéndonos responsables de lo que pensamos, decimos y hacemos, dándonos cuenta que nuestra opinión solo es una entre otras muchas posibles.
  9. Hacer preguntas eficaces con una actitud abierta a aprender, en vez de sentarnos en el pedestal de “tengo la razón”. Cuando somos conscientes de que entre lo que dice mi interlocutor y lo que yo interpreto puede haber muchas diferencias, las preguntas resolverán dudas y completaran la comunicación.
  10. Parafrasear: Después de escuchar de manera consciente lo que los demás expresan (observan, opinan, sienten, necesitan o me piden) es muy útil utilizar el parafraseo para asegurarnos como receptores que hemos comprendido el mensaje, la otra persona tendrá ocasión de corregirnos favoreciendo un dialogo enriquecedor y evitando muchos malos entendidos que tergiversan los mensajes y debilitan a la larga las relaciones.

Para ello, expresamos lo que hemos entendido dejando una pausa que permitirá a la otra persona corregirnos o corroborar que hemos decodificado adecuadamente el mensaje, brindándole la oportunidad de profundizar en lo que nos ha dicho. Recomendamos la técnica de parafraseo utilizando preguntas del tipo “¿Estás molesto porque te hubiera gustado que reconociese los esfuerzos que has hecho para mejorar la seguridad y salud en la empresa?”

  1. Cuando nos damos cuenta de la importancia de cómo elegimos nuestras palabras y nuestra comunicación no verbal para facilitar la comprensión del receptor, estamos acercándonos a la necesidad de hacerlo de forma consciente, siguiendo unos pasos de forma sistemática: primero observamos y describimos cual es el comportamiento o la ausencia de tal, cómo me siento, qué necesito y qué petición le expreso (basado en el modelo de la comunicación no violenta de Rosenberg).
  2. Curiosidad: Mantener la atención de forma sostenida en la otra persona con curiosidad, con interés, “estando presentes”. Escuchamos deseosos/as de comprender a la otra persona desde sus valores.
  3. Y para avanzar desarrollando las habilidades de comunicación conscientes en nuestro camino de crecimiento personal y autocuidado te animo a practicar Atención Plena cada día, para lo que te facilito estos recursos:

https://centromindfulnessmalaga.com/recursos.php

Mindfulness es un apasionante viaje que lleva al descubrimiento de uno mismo.

 

Te recomiendo ampliar esta información en esta otra publicación:

https://www.centrooptima.com/la-comunicacion-consciente-1-la-herramienta-mas-eficaz-para-avanzar-en-momentos-dificiles/

Amalia Ortega García

Psicóloga, Pedagoga y Especialista en Mindfulness y Desarrollo Personal

Bibliografía recomendada:

SALVO, V y ORTEGA, A. Seguridad Basada en las Personas: comportamientos, valores y emociones. 2ª ed, ICB editores, 2019. 206 p

http://seguridadbasadapersonas.es/

ORTEGA, A y SALVO, V. (2021). Comunicación eficaz en Seguridad y Salud. Guía Mieses Global nº 11 Prevención

https://lnkd.in/dm4t7sH