SUPERAR UNA RUPTURA

SUPERAR UNA RUPTURA

«Es absolutamente cierto que el tiempo lo cura todo. Pero lo mejor es que puedes decidir cuánto tiempo quieres sufrir. Mientras más rápido te des cuenta de que cada relación, buena o mala, fue un regalo, más rápido podrás perdonarte y perdonar a la otra persona. Y mientras más rápido perdonas al otro, más rápido comenzarás a amar y vivir de nuevo». Erika Anastasia – Luna Morales

Las estadísticas lo indican, Septiembre es el mes en el que se han producido más rupturas. Cada vez aumenta el número de separaciones, por lo que frecuentemente son más las personas que no tienen pareja, pero no significa que tengamos que sufrir por pensar que no estamos completos. Rehacer nuestra vida tras una ruptura, es un proceso que tiene sus ventajas: crecemos como personas, nos conocemos, nos queremos, nos valoramos.

Es normal que al finalizar una relación, lo interpretamos como una pérdida, por lo que para superar correctamente el duelo pasaremos por una serie de fases, no necesariamente por todas ni por este orden. Estas fases del duelo, según Elisabeth Kübler-Ross serían las siguientes:

1) Negación y aislamiento: la negación nos permite amortiguar el dolor ante una noticia que no esperábamos o que nos desborda. Esta fase nos permite recomponernos.
2) Ira: la negación es sustituida por la rabia y el resentimiento; surgen todos los por qué. Solemos quejarnos por todo y todo nos viene mal. Luego podemos responder con dolor y lágrimas, culpa o vergüenza.
3) Pacto/Negociación: ante la dificultad de afrontar la difícil realidad, surge la fase de intentar llegar a un acuerdo para superar la ruptura, siendo en esta etapa cuando pretendemos volver con nuestra pareja, proponiendo acuerdos y una nueva oportunidad.
4) Depresión: es un estado, en general, temporal y que nos prepara para la aceptar la realidad. Es una etapa en la que se necesita mucha comunicación, se tiene mucho para compartir.
5) Aceptación: no hay que confundirse y creer que la aceptación es una etapa feliz, en un principio está casi desprovista de sentimientos. En ella comenzamos a sentir una cierta paz, podemos encontrarnos bien solos o acompañados y no se tiene tanta necesidad de hablar del propio dolor… la vida se va imponiendo.
Tras la aceptación llegará la Esperanza: es la que sostiene y nos da fuerza para pensar que se puede estar mejor y que de este dolor se puede aprender. Intentaremos buscar y dar un sentido a nuestra vida.
Tras el término de una relación, lo que se sugiere es darse un tiempo para estar con uno mismo, ver con perspectiva y analizar qué pasó en la relación, aprendiendo de ello para evitar que se produzcan esos errores otra vez.

El desamor duele, y su superación consiste en un proceso y como tal, es temporal, en el que puedes realizar tu propio crecimiento personal, permitiéndote crear una vida atendiendo a tus gustos y necesidades, siendo libre y eligiendo cómo quieres que sea.

Vanessa Gómez

Psicóloga – Sexóloga